miércoles, 12 de mayo de 2010

La importancia de la educación en casa

Actualmente estamos viviendo un desenfreno de los índices delincuenciales producto de la ausencia de autoridad y falta de justicia pronta y eficaz. Nuestros países en general están siendo copados por el crimen organizado en general. Está claro que nuestras democracias aun son muy débiles y las entidades gubernamentales encargadas de dar seguridad y administrar justicia se encuentran en un proceso de fortalecimiento y desarrollo. Paralelo al proceso de desarrollo y fortalecimiento se tiene el cáncer gubernamental del soborno, el enriquecimiento ilícito, las mordidas, la inmunidad, etc. Cáncer que tenemos que vencer. ¿Pero como podemos vencer estos flagelos que nos acechan todos los días?, pues con valores, con educación, con justicia, con autoridad, con orden, con trabajo, con salud, etc.

Pero todo esto de la delincuencia ¿será culpa solo del estado que no ha sabido ser galante de la seguridad y bienestar de sus habitantes?, me parece que no. El rol de la familia es importante en la formación del ser y es la clave para tener una sociedad mejor en donde las reglas y normas en general de la mutua convivencia sean las que prevalezcan en nuestra sociedad. Y aquí es donde todos y todas somos responsables del desorden que se está viviendo en nuestras sociedades, porque ya no estamos atendiendo en forma muy personalizada a nuestros hijos, los que aceres del día han disminuido los canales de comunicación con los hijos y de ahí el resultado de la falta de respeto, de amor, de tolerancia provocando que en la calle se terminen de formar con los amigos o agrupaciones de jóvenes que son lideradas por los mismos jóvenes que no tienen temor de Dios y mucho menos de la sociedad en general.

Para cambiar esta tendencia, es importante que empecemos por casa, madres, padres, abuelos y tíos tenemos que comprometernos para compartir mas con los hijos e infundirles valores que permitan una mejor convivencia entre nuestra sociedad. Tenemos que vigilarlos y exigir el cumplimiento de ciertas normas en el hogar que demuestren que están acatando las normas y que se ajustan a ellas. Pero todos en general tenemos que cambiar de actitud para cambiar este mundo y hacerlo un lugar pacifico que nos permita vivir en armonía.

No es el lugar donde vivamos, los vecinos, las condiciones en general que nos rodeen, somos nosotros mismos los que tenemos que velar porque los valores de amor, paz, respeto y temor a Dios vuelvan a ser la base de la sociedad y que sobre ella se erija el comportamiento de todos sus miembros con el fin de construir un mundo mejor.